Cómo
me hacían reír...
Hace
tiempo hablando con una amiga sobre los Simpson, esta me decía que
ya no divertían, y le conté del episodios de precuela cuando Moe
relata cómo conoció a la maestra de Bart, Krabappel, antes de que
esta comenzara a darle clases y conocerle; que ella no quería salir
con un cantinero, por lo que este cerró el bar para engañarla y
enamorarla. Los borrachos del pueblo (Homero, Barney, Carl y Lenny),
se molestaron, lo emboscaron y amenazaron (y en su derecho estaban,k
caramba), o reabría la cantina o ellos le contarían todo a la
mujer. Este, llamándolos costal de estiércol, les dijo que si
alguno hablaba él revelaría cuál de los cuatro era el gay. Los
cuatros gritaron y echaron a correr asustados. Dios, fue tan
gracioso. Y ella, mi amiga, ¡rió tanto! Algo así me pasó cuando,
hablando con los sobrinos sobre los Muppets (no sé de dónde salió
un muñeco de la rana René), estos dudaban mucho que el viejo
programa fuera bueno o divertido. Buscando en la red encontré este
tema, la inmortal Stayin Alive, de los Bee Gees, y rieron como locos,
fascinados, buscando más. Bien, no era para menos, el tema, el
acabado de la escena y todo eso fue muy bien montado. Y estaba la
señorita Piggy, tan diva, vanidosa, echona y mala gente. Tan humana.
Como los Simpson mismo.
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