martes, 12 de marzo de 2019

OFICIOSO


   Un hombre que trabajaba a culo partido.

   Cuando navegando de puro desocupado por la red encontró aquella ventana, el chico gritó contra la palma de su mano; joder, era su tío político, ¡el marido de la hermana de su mamá! ¿Ese era el trabajo que tanta plata le daba? Allí estaba, con un hilo dental azul bien metido en su culo, con la viril cara y el torso velludo que siempre le envidió por ser rasgos tan masculinos. Riendo, queriendo... no sabe, ¿humillarle?, invitó a sus amigos de clases para verle y burlarse. Pero... qué arte. Fue revelador y no poco vergonzoso ver a sus amigos con las bocas abiertas, rodeándole, todos muy cerca, respiraciones algo jadeantes, cada uno sobándose, especialmente porque él llevaba rato caliente y babeante bajo la pantaloneta. Y le enviaron sugerencias. Enseña más, muestranoslo, papi, decían unos (y él queriendo, soñando con pegar la boca de esa tanga y chupar para vencer la resequedad en su garganta), mientras otros le escribían que querían verle montando y gritando sobre uno de los consoladores esos, jurándole que ellos los tenían mejor y más gruesos. Fue una tarde larga, que les salió bien cara, pero como esa noche cenaba con sus tíos no le importaba. Joder, si tan solo se le ocurriera una idea que terminara con él dándole mano a esa palanca... 

EMPRENDIMIENTO

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