O
ya dispuesto.
Mientras
a lo interno quieren convencer a Venezuela de que algo de lo que
digan tiene algún peso real a pesar del golpe de estado de hace dos
años que les deslegitimó, y que desde el 10 de enero Nicolás
Maduro usurpa el cargo de presidente de la república, y necesitados
de fingir que el “mundo” les reconoce como gobierno, el ministro
Jorge Arreaza, representante del régimen usurpador, recorre países
extraños buscando que lo reciban y digan públicamente que están
con la revolución. No va a Latinoamérica porque le sacan el culo,
ellos hunden electoralmente a cualquiera en las urnas, siempre pasa
cuando la gente se retrata con delincuentes reconocidos, por eso se
van al Medio Oriente. Pues, el primer ministro del Líbano, señor
Saad Hariri, sorprendió a todos cuando se negó a recibirle en su
periplo, rompiendo con el protocolo oficial. No consideró el señor
que valiera la pena tal gesto, ni siquiera fingirlo. El Líbano ha
tenido su buena cuota de angustias y amarguras por gobiernos
desestabilizados. Y Venezuela está lleno de libaneses que escaparon
de su momento de la violencia, que no quieren que eso se repita aquí.
Obviamente la cancillería libanesa funciona e informa mucho mejor
que otras.
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