domingo, 7 de julio de 2019

OBSEQUIO

CELOS
   Había dudado, pero...
   Hay ofrecimientos que no deben dejarse pasar, por incómodo que puedan parecer en un primer momento, o nunca te enterarías de qué te perdías. Por ello cuando aquel sujeto en la fábrica se le acercó todo pancho y le preguntó “oye, ¿tú has mamado güevo?”, le gritó que no, pero cuando este se lo sacó, ya duro, diciéndole que era rico, que eso decían todos los maricas que se lo han comido, no pudo reaccionar. ¿Qué era aquello?, ¿por qué ese sujeto pensaba que haría tal cochinada y…? Pero seguía agitándolo, mirándole, sonriendo. No sabe cómo o por qué cedió, o cómo podía abarcar tanto, frotándola y chupándola con la garganta, bebiéndose cada gota que soltaba, pero ahora entiende, cabalmente, que ningún ofrecimiento se rechaza. 

HOSPITALIDAD

No hay comentarios.:

Publicar un comentario