YANZDEH
Hay
momentos cuando no se puede mentir, ni disimular, como cuando un
chico todo agitado, desesperado, se sube y la carne del macho
responde de inmediato.
-Hey,
amigo, sé que tus padres están abajo, pero requiero de tu ayuda,
¿si? Necesito una mano... O una boca, que es como tanto te gusta.
A
veces nada supera la felicidad de una tranquila tarde a mitad de
semana atendiendo al fogoso hijo de los vecinos. El niño mimado de
tu mejor amigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario