jueves, 12 de septiembre de 2019

SEZDEHAN

YANZDEH

   Hay momentos cuando no se puede mentir, ni disimular, como cuando un chico todo agitado, desesperado, se sube y la carne del macho responde de inmediato.
   -Hey, amigo, sé que tus padres están abajo, pero requiero de tu ayuda, ¿si? Necesito una mano... O una boca, que es como tanto te gusta.
   A veces nada supera la felicidad de una tranquila tarde a mitad de semana atendiendo al fogoso hijo de los vecinos. El niño mimado de tu mejor amigo. 

CAREMIN

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