miércoles, 9 de octubre de 2019

HOMBRES DE HIELO, UNA PELICULA DE SENTIMIENTOS…

VIHARSAROK, VAYA FINAL DE...

   ...Que abruman y te dejan descontento. Aunque tiene sus momentos.
 
   Con esta cinta ocurre algo, es lo que llamaríamos una oscura y pesada historia para chicas (demasiados sentimientos), pero no romántica; en la tradición de “El Primer Año del Resto de Nuestras Vidas” o “El Reencuentro”... pero sin el encanto de gente que es feliz por ratos. Que las vi. Me graduaba de bachiller en esos días y amaba a la mayoría de esa gente en el liceo, aunque me exasperaran. Todas esas dudas sobre el comienzo, que el camino no fuera todo luz y éxitos como se esperaba, fue lo que me llamó la atención de la primera. De la segunda me agradaba la idea de llegar y encontrarlos a todos, años después, y reanudar la amistad. Algo un poco tonto, con el tiempo vamos enfriándonos respecto a otros, y estos con respecto a nosotros. Gente nueva llega. El tiempo y la distancia hacen estragos. El inicio de esta cinta, el lugar frío, los niños reunidos y jugando, los hombres preparándose para pasar un fin de semana juntos me hizo pensar en todo ello.
 
   Pero... era más de chica de lo que esperaba. Y no de la forma divertida.
 
   ¿No recuerdan haber visto esas películas donde una familia se reúne un día de acción de gracia o navidad y prácticamente se despedazan con todos esos traumas y problemas que quedaron pendientes a lo largo de toda una vida? ¿Para qué carajo se reunirán?, piensa uno. ¿En verdad todos los padres gringos quieren que los hijos sigan su camino y si no lo hacen los apartan? ¿Todas las madres pelean a muerte con sus hijas por agravios tontos que no pueden superar, que en primer lugar ni un problema debió ser como algo que le aconsejara cuando fracasara en un noviazgo o algo así? Dentro de la filmografía norteamericana todo esto ocupa un ancho espectro, que no se nota tanto porque a la gente, mayoritariamente, le gusta más ver superhéroes, películas de acción, de terror en general o de zombies en especial. Pero a veces toca. Siempore recuerdo la vez que fui a ver “Lluvia Púrpura”, porque una chica quería verla. Alfileres bajo las uñas habría sido menos cruel.

   Esta cinta, HOMBRES DE HIELO (de la cual no encontré datos bibliográficos, al menos no en los buscadores corrientes), tiene mucho de ello, mostrando otros. Conflictos que nunca entenderé del todo, que me parecen traídos por los pelos. La gente normal no actúa tan desacertadamente. Bueno, curiosamente, el del lado gay es como hasta más simple, pero aún ese no queda satisfactoriamente concluido. Es la maldición del gay infeliz. De hecho esta película presenta tres conflictos y prácticamente los deja así. Brinda una sensación de insatisfacción cuando uno termina de verla. Aunque, eso sí, hubo dos o tres escenas que fueron bastante implícitas para el tipo de programa y actores. Casi era explícito y la verdad es que fueron calientes.

   Bien, en una apartada cabaña donde solía ir con su padre, con quien tiene un conflicto no resuelto, y no me quedó muy claro cuál (¿le exigía demasiado, esperaba demasiado de él, nuestro amigo siente que no cumplió, llenó las expectativas o falló?), y esto en sí no debe descartarse tan a la ligera, quién no se ha detenido un segundo, recordando a los idos ya de este mundo, preguntándose alguna vez, ¿“te decepcioné?”. Pero es algo introspectivo, que uno se lo pregunte indica que nunca hubo indicio o señales de ello, que tal vez nunca pasó, pero en las películas gringas es un hecho: el padre fue cruel emocionalmente y los hijos crecieron sintiéndose mal.
   Este amigo no es la excepción. Se ve infeliz mientras acomoda todo para pasar un fin de semana con tres amigos, de muy variada personalidades, con quienes pasó años de infancia allí y fueron felices (o lo creen, con este tipo de cinta todo queda en entredicho), y se presenta el hermano, del cual está separado por agravios entre ellos, porque uno salió cabezotas y ocasionó dolores a la familia. Lo típico. Lo otro es que nuestro héroe se siente fracasado en su vida, su matrimonio naufragó y hay amargura, desamor, pero también como una falta de decisión en terminar y seguir, y para colmo descubre que uno de los amigos en esa casa le engañó con ella. Los otros dos amigos tienen su historia, la que es de ellos. Uno de de los cuales se vanagloria de sus conquistas, de sus mujeres, pero siente algo por el otro amigo, más claramente gay aunque casado, con quien comparte cama y una escena atrevida.
   De ese punto para allá la cinta es pesada, altera, disgusta. Los hermanos no pueden tolerarse, es como si no pudieran hablar el mismo idioma y el cabezota intenta suicidarse, el otro le salva, se desespera por el miedo a perderle, pero ni eso parece poder acercarles. Enfrenta al amigo que le engañó con la mujer y uno se pregunta qué tan amigo era de verdad. De hecho ¿hay algo que justifique que un sujeto que se diga amigo, hermano de años y años, le engañe con su mujer sabiendo que el otro la ama? Está bien, se ofrece, ella está ahí, se es un poco idiota y se cede, ¿pero continuar como si nada, llamándole amigo? Como cantaba José José (y duele, en mi casa hubo duelo por su partida), algo así no se hace... aunque él mismo pareciera pensarlo después, ¿eh? Lo más extraño en la cinta es que esa trama parece quedar así. Le traiciona, con la mujer, le mintió durante años, ¿y todo bien?
   Ya está el problema familiar del pasado, el amigo infiel; el tercer nudo, esos amigos que comparten algo entre ellos y que discuten por lo típico, a uno le gusta hacerlo, apartado de todos, en la intimidad de un cuarto, en secreto, pero no quiere ver en ello nada más, como inclinaciones homosexuales, menos que se lo digan. Estos discuten, todo se sabe de la peor manera y al final uno no sabe si lo superan o no.
   Hombres de Hielo es una de esas películas donde uno siente que llegó una vez que ya estaba empezada y que para conocer el final hay que buscar otro disco, que uno no sabe dónde está ni está muy seguro de si quiere encontrarlo o no. Notable eran los artistas, el héroe principal, Ames White, me llamó la atención por algo. Tiene buena pinta pero cara de piedra (bueno, es de hielo), pero no era por eso. Luego recordé que era el villano idiota de Dark Angel en su segunda temporada, y le odiaba (tenía una gran química con Jessica Alba y Jensen Ackles en ese momento). También el resto de los actores son conocidos, especialmente los de la escena homosexual, y la hicieron de una manera que parecía real. No una actuación. Había química entre ellos. 
 
   Fue una cinta buena para verla... una vez.

   ¿Estarán todos los gringos tan atormentados por sus padres, hermanos y amores?

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