¿TODAVIA ARDE LA AMAZONIA?
Opinando
con pinzas...
Dicen que a confesión de parte relevo de pruebas. Que en la tierra de los manitos, se reconociera públicamente que se dejó en libertad a Ovidio Guzmán López, hijo del tristemente célebre Chapo Guzmán, ya que su captura a manos de los agentes del orden en Sinaloa había producido tal respuesta violenta que sociedad y gobierno recularon, suena a desastre. Bastará que cualquier delincuente ordene la suficiente cantidad de violencia, y muertes en números cada vez mayor, para que se les deje en paz. Ahora son rehenes. Fue reconocer la incapacidad para controlar lo que se llama la República de México. Debió pensarlo mejor el señor López Obrador antes de declarar: “No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas”. Esa es la excusa más infeliz y desacertada que se pueda imaginar. Por mucha razón que cualquiera quiera darle. En Venezuela, otro régimen socialista, enfrentado al poder de fuego de los delincuentes en las calles y en las cárceles, donde no pudo vencerles, terminó entregando el control de amplios sectores del país, llamados irónicamente Zonas de Paz, donde el crimen impera a su gusto. Como no vaya a pasarle eso a México... que ya tiene historia con los carteles. Aunque no sorprendería, por todo lo que se sabe de un camino ya transitado. Por cierto, bastante fotogénico que es el muchachón, ¿eh? Debe haber salido a la mamá.
NOTA:
Esto pensaba subirlo en sábado, cuando leí la noticia y quedé en
shock... pero estuve sin Internet desde el viernes, esperando siempre
que regresara. De todas manera lo uso, la vaina es tan increíble que
no hay manera de obviarlo.
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