A DONDE FUERES...
Hay
trabajos que...
Poco dados a los empleos muy serios o laboriosos, estos amigos pachangueros decidieron montar un espectáculo para mujeres maduras que gritaban y ovulaban viéndoles luchar en aceite. Pero eso de desnudarse, de frotarse uno contra el otro, el mejor amigo de siempre, con todo ese aceite lubricante que daba malas ideas... Para ser justos con ellos, les costó dar el siguiente paso. Uno de ellos, todo compungido, le preguntó al otro después, aún montado sobre la barra, ¿cómo saber si eso no los cambiaría?: “¿Cómo sé que no voy a terminar como un maricón corriente?”. “Amigo, es la tercera vez que te me montas sobre la verga y nunca aflojas ese culo hasta que me exprimes la leche de las bolas...”, le argumentó el otro con cara de sorpresa esa primera vez; “¿crees que ya no lo eres?”.
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