CUOTA NECESARIA
Como
cada domingo por la tarde, el señor Robinson poda el césped bajo el
cálido sol que cae, a pesar del calor, preguntándose por qué coño
venían todos esos tíos de los alrededores a verle trabajar, durante
casi una hora. ¡Y ninguno ofreciéndose ni a dar una vuelta, no
joda!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario