SIMON DIAZ, A CINCO AÑOS DE SU PARTIDA
Qué
difícil es el mea culpa, ¿alcanzarán salvación?
Cada
vez que escucho comentarios de la dirigencia socialista que destruyó
a Venezuela, Nicolás Maduro pero especialmente Diosdado Cabello,
siempre me pregunto; ¿estarán realmente locos o se drogaron?
Leyendo esta nota creo que también hay que incluir la posibilidad de
la senilidad extrema a la hora de decir disparates. Alain de la
Morandais, sacerdote francés, en un programa de televisión donde se
abordó el tema de los curas pedófilos, intentó, como es la vieja
mañas, en lugar de aceptar la realidad de que no sólo dejaron la
puerta abierta para que el Diablo se metiera en las iglesias, sino
que lo ocultaron de manera perversa, dijo que no se puede hablar de
violación ya que eso conlleva la noción de violencia cuando en
realidad muchos niños se acercaban a un prelado buscando “ternura”.
Que la cosa era amor, pues. Una cabronada escapista. Gente adulta no
se comporta como no quiere hacerlo. Y en estos casos, a lo hecho,
agravan la vaina con semejantes declaraciones. Me pregunto si estos
vejestorios están en realidad tan fosilizados mentalmente que no
pueden ya ni siquiera comprender lo que ocurrió, lo que dejaron que
pasara, y sus consecuencias. Fuera del feo y muy merecido chaparrón
de rechazo público al cabrón argumento, las mismas autoridades
eclesiásticas le han dejado solo para que no les salpique la
vagabundería esa.
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