SIMON DIAZ, A CINCO AÑOS DE SU PARTIDA
Tomado
del Facebook de un amigo...
Venezuela
está tan empavada que cuando pasa algo que nos puede alegrar, por
ejemplo el triunfo de nuestra oncena futbolística, nada más y nada
menos que a Argentina, 3-1, ¡con Messi presente!, parece que nadie
de los que conozco vio el juego. Yo no me enteré hasta el viernes en
la noche. Que tampoco es que lo habría visto, y menos con esa
selección a la cual no hemos enfrentado 23 veces, empatando 2,
ganando una y perdiendo 20. Pues, a fuerza de buenas llegadas, un
arquero que supo ver por dónde iba Messi, y algo de suerte, ganamos.
Y supo tan bien. No la derrota de Argentina, esas siempre me han
parecido tonterías, por el triunfo de Venezuela, una buena entre
tantas malas. Por eso, cuando momentos después me llegó el mensaje
de que había muerto finalmente José Vicente Rangel, mejor conocido
como la momia dos, a la caída de Fidel, arrugué la cara: ¿Qué a
Venezuela le pasen dos cosas buenas, seguidas y el mismo día? Eso
era como muy difícil. Y era cierto. Vive. O lo parece, ya es difícil
notarle signos vitales. Lo que tampoco me extraña tanto, como decían
en la comiquita aquella, mientras exista el mal, vivirá Munra; en
ese caso José Vicente. En seguida le sacaron mil memes, siendo uno
de los más jocosos un antes y un ahora de varias personas, y
aparecía José Vicente 1902, y un José Vicente 2019, y era
exactamente la misma cara arrugada.
NOTA:
Por cosas así uno elige a las amistades, porque se nos parecen o nos
parecemos a ellos...
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