jueves, 9 de mayo de 2019

JUEGO DE TRONOS 4X8; DULCE Y MUY AMARGO

ADIOS, DYLAN MCKAY
   No lo único bueno, pero sí lo más sentido...

   Quedando dos episodios para finalizar el programa, y acercándose la guerra final ya ganada la gran guerra, como dijera Daneris, nos va quedando claro que no ha sido esta la mejor temporada que HBO ha puesto en escena de Juego de Tronos. Puede que sea la de mayor audiencia, porque un programa querido y seguido llega a su final, pero no por el contenido en sí. Después de todo lo que pasara en el episodio tres este se sintió como un frenazo toda la primera media hora. Hubo un marcado aire de lucha de sentimientos que no llegaban a nada que fue algo confuso, también insatisfactorio. Muchos corazones rotos de manera como forzada.

   Después de ese fuerte inicio de capítulo, con el contar de los muertos (y que trabajo debió dar reunirlos), el llanto por los caídos y esas bonitas palabras de Jon (esas partes si se le dan bien), llega la celebración y todo era incómodo. No por celebrar mientras la pequeña osa aún no se enfriaba en la pira, escaparon al apocalipsis zombi, se entiende, pero no fue una buena fiesta ni puesta en escena, si exceptuamos la lucha a puñales de ojos entre Sansa y Daenerys. Esa gente no parecía poder comportarse como personas normales; era una reunión de la cual yo me habría ausentado con una excusa cualquiera o me habría escapado a la menor oportunidad. Arya, como siempre, dio la tonada no yendo. A la par de todos esos amores que no llegan a nada (y miren que me gustó lo de Jamie y Brienne), la subtrama también incómoda era la guerra por el trono, el juego entre ellos que ha regresado. El programa despejó la duda, lo central no era la guerra contra la larga noche, es la política. Viendo a Sansa moverse durante todo el episodio era posible imaginarla desatando una revuelta después de una hipotética coronación de Daenerys y comenzando nuevamente la guerra entre los siete reinos. Que el trono esté tan expuesto a tantos pretendientes con derecho lo dificulta todo, de un lado están los héroes salivando sobre el trono, del otro está únicamente Cersei; siendo lamentablemente los más meritorios, Daenerys y su sobrino Jon, hecho que parece separarles.

   Esa parte estuvo más o menos bien, incómodo pero interesante, ¿pero el resto? ¿Parten al reino de los Targaryen, cruzando el mar, y matan a un dragón de dos arponazos y nadie los vio desde el cielo o una torreta de vigía en un barco? ¿Los barcos son destruidos y todos los protagonistas llegan a la costa menos Missandei, y justo a ella la secuestran y a los dos segundos está ante Cersei? ¿No se tardaba tiempo en llegar de Winterfell a King’s Landing? Fue impresionante visualmente ver la muerte del dragón, por disparatado que pareciera todo, pero supo a descuido, a piratería; la muerte de Missandei fue dolorosa pero también como forzada. ¿Todo queda servido para la guerra final en el próximo episodio? Esperemos...

   Soy fiel seguidor de la madre de dragones, la rompedora de cadenas, la gran Daenerys; ella tiene que ser la reina (aunque Sansa se cuela por los lados), ¿pero y Jon? No cuesta verle como un señor más viviendo en el norte verdadero, feliz, pero esto es Juego de Tronos, repito, quedan dos episodios, ¿irán a darnos muertes a la lata? ¿Caerá Jon, caerá Daenerys? ¿La traicionarán sus consejeros inútiles (le iba mejor cuando ella solita planeaba sus estrategias)? ¿La volverán “mala” para que deseemos verla muerta? Todo eso preocupa.

   Por otro lado tan sólo espero que el final de Cersei no sea una escena de ella toda estoica, indiferente a su suerte, aunque ese es su estilo; pero sería maravilloso verla a ella y al sucio de Euron Greyjoy corriendo como ratas por sus vidas, que esa enemiga que todavía tiene encerrada con el cadáver de la hija salga y la alcance. Pero, no creo. Esta dama tiene mucho coraje.

   Volviendo a la escena inicial, y aunque uno le tiene afecto a Jon a pesar de la inexpresividad del actor (y mira que regalar al lobo así como así, sin despedirse, sin rascarle detrás de la oreja mocha), no puede uno dejar de imaginar qué diferente habría sido en ese papel un actor como quien interpretaba a Robb Stark. 

JUEGO DE TRONOS 5X8; CENIZAS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario