ELSO
Confiando
en él, su mejor amigo, le dijo: “Ven, te espero; quiero dártelo
para que me lo estrenes”. Y se aparece con media docena de panas...
demostrando que le conocía y sabía con lo que soñaba.
Años
de amistad les animaba a dar el paso sin hablarlo; sin esposas ese
fin de semana se volverán putas desatadas. Lanzarán sus redes en
forma de tangas para atrapar a todo chico calentorro que puedan.
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