ELSO
Aunque
él no, los otros si lo notaban. Ese picor que sentía a la vista de
los machos. Y en esos casos, cada uno de ellos sabe lo que tiene que
hacer por él: Darle de bastante.
-Si,
maricón, se lo que deseas. Vamos, pasa, descarga tus ganas aquí,
apártamelo y métemelo como quieres, invertido cabrón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario