miércoles, 3 de julio de 2019

COSAS DE TIOS EN EL CAMPO

FAMA REGADA
   Suponte quedarte varado en un apartado lugar rural, donde sabes, porque por ahí vives, que puede pasar bastante rato sin que pase alguien capaz de auxiliarte, justo cuando te espera tu señora y los suegros para festejar su aniversario. Todo ese calor, esa soledad, la distancia. Imagina la alegría al escuchar el motor de una camioneta acercándose, ver a estos dos gañanes de la zona, guapos y atrevidos, de sangre caliente que no dejan camarera sin tocar en la cantina del pueblo, que te ofrecen una mano... y algo más. Algo que ya habían convenido entre ellos como lo único que les faltaba por experimentar. Probar cómo era la cosa del sexo con muchas vergas y bolas incluidas. Algo entre tíos, dejando de lado a novias, queridas y esposas. Imagina que fueran Bob y Luke Duke quienes están allí, sonriendo atrevidos, alegando que necesitan de un macho para experimentar algo, especialmente si se trata de la mano derecha del comisario Rosco. ¿O acaso de la mano de este? ¿No sería una sorpresa verles caer a tus lados, tocando, sacándola y luchando por lamerla y tragarla? Claro que el hombre, algo mayor, debería aclararle que no había por qué pelear, que hay verga y semen hasta para regalar.
   Si, cada uno queriendo “vivir” aquello, ¿al menos una vez? ¿No les picaría el gusanillo por repetirlo a la orilla del río? Y si a eso vamos, mientras esos dos están allí, ¿no sentiría uno la urgente necesidad de llenar el culo de su mejor amigo, su carnal, su casi hermano, y verle estremecerse y oírle chillar mientras se lo refriega y lo medio preña? ¿No sería la más perfecta e íntima comunión de la amistad en una pequeña y remota localidad rural? Siempre quedarían esos momentos entre ellos, yacer agotados, saciados y chorreados de sudor y semen. Aunque no lo hablen, siempre estaría presente cuando salen de pesca, a poner trampas y a cazar, a los bailes de los sábados, o después de los juegos de la secundaria los viernes por las noche, o tomando un trago en una tranquila y aburrida noche de cantinas, cuando salen y en la vieja camioneta se miran y se tocan hasta que la sangre arde tanto que ya no se soporta. ¿Ocio?, puede ser, aunque en zonas apartadas la amistad puede tomar formas más intensas de manifestarse. O tal vez sólo sea un grito de auxilio, la necesidad de escapar del tedio de la rutina, del día a día exactamente igual al anterior sin llegar a ninguna parte. En esos casos, la lengua en el culo del otro podría aliviar las tensiones. Escucharle gemir y lloriquear mientras le bombea sabroso ese agujero apretado pero goloso podía alejar cualquier pesar por un rato. Algo de ellos que a nadie más interesaba... como no fuera ocasionalmente a un tercero para darle algo más de emoción de vez en cuando. 

METIENDOLES SENTIDO COMUN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario