ПЕРША
Hay
que reconocerlo...
¿Algo
más divertido y caliente que salir con tus amigos a tomar caña y
hablar de sexo?, si, que uno de ellos, medio borracho, confiese que
se ha preguntado qué se sentirá que le metan un güevo, y que entre
risas lo alcen en peso sobre la mesita de la sala y se lo claven. ¿O
será acaso el ver cómo van haciéndoselo, uno y otro, a pelo, en
medio de risas, llenándole ese hueco y soltando sus cargas mientras
ya chilla y gruñe como una verdadera zorrita?, puede ser ver a tus
colegas, tranca tras tranca, “llenándola”, la leche chorreando
de ese agujero de labios hinchados. ¿O tal vez era... era...? Joder,
sí, esperar que ese culo estuviera bien lleno de leche, oyéndole
cuánto lo goza y que te toque tu turno de metérsela, sacándosela
bombeada tras bombeada, deslizándola en medio de todas esas cremas
espesas y medio calientes… Las de tus panas.
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