CAMPAÑA ARRIESGADA
Era
malvado... y caliente.
Sale
de su apartamento para ir por el diario, como cada mañana antes de
ir para el trabajo, y en seguida se inclina a atar los cordones de
sus zapatos, escuchando como el chico equis que salía de su piso en
ese momento (o que le espía esperándole) contiene la respiración
al verle. Sabe que al enderezarse el hilo seguirá notándose y que
mientras esté así ese chico o tío joven, sea quien sea, le seguirá
sin poder evitarlo; desde cierta distancia, devorándole con los
ojos, todo calenturiento. Caminando lento sabrá que el chico o tío
joven sigue detrás, algo apenado al exponerse a ser visto siguiendo
al del hilo, pero no pudiendo alejarse. Los chicos eran tan lindos,
piensa, marchando tras él con sus rostros tan serios, siempre tan
ardientes y reprimidos, siempre queriendo dar el paso que hace falta
para acercarse, pedir y obtener rico sexo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario