MUPPETS SOBREVIVIENTES
A
veces uno cae en unas conductas...
¿Quién
no estallaba en carcajadas en la escuela, en la casa o una reunión
familiar si alguien iba a sentarse, un primo, un hermano, un amigo, y
pelaba la silla cayendo al piso de culo? Eso daba risa, aunque ahora,
con más años, parezca un poco cruel. Porque alguien podría
lastimarse, o sentir una gran vergüenza, especialmente si se le
señala y burlan. Pero cuando se es muchacho se es cruel, eso es algo
que todo el mundo sabe. Y se nota aún en los niños muy pequeños,
cuando se reúnen en el patio de recreo, en el de la casa de la
abuela o la cuadra y forman grupos donde aceptan a unos y rechazan a
otros, a veces de malas maneras. Ahora, que un adulto se ría porque
una persona mayor va a sentarse y se cae, eso ya es otra cosa. Y
ocurre. Hay un toque de crueldad en muchos de nosotros. Claro, y
están estos casos... A veces cuando no tengo nada pendiente,
sintonizo algún video de Dross, algunos son interesantes aunque uno
siempre duda un poquito de todo. Y estaba este, cosas que no deberían
hacer reír pero lo hacen. Debo confesar que esperaba escenas tipo la
descrita, la risa fácil por alguien que cae y cosas así, rodé
mentalmente los ojos diciéndome que sólo un tonto reiría hoy en
día de algo por el estilo... y en cuanto vi al gato me he reído
como idiota. Fue casi un reflejo. Si, fue cruel, fue triste, ¡pero
se veía tan chusco! Pobre gato, por suerte cuenta con nueve vidas...
aunque con esos reflejos, nada felinos, quién sabe cuántas le
quedan ya. ¿Lo vieron y no se rieron? ¡Vaya!
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