lunes, 30 de septiembre de 2019

AMORES DESILUSIONADOS

DE FINES Y MEDIOS

   Los hay...

   Debe ser triste en verdad enamorarse de quien no se debe. Estando consciente de que ocurre así no se desee. Saber que pasa, que uno se está ilusionando, que sueña en secreto con una mirada, un toque, una sonrisa distinta, aunque todo tus instintos gritan que no, que no sucederá, pero aún así... Y no hablo de los adolescentes, que a veces se emperran únicamente por llevarle la contraria a sus padres. Pareciera ser cierto lo que dice el Conde del Guácharo, que llega un momento en la vida de toda chica cuando se detiene y se pregunta ¿a quién se la doy que moleste más a mi papá? Y eso que en ellos los errores suelen ser más caros. No contando con ninguna base de experiencia por la cual guiarse (la necedad no lo es y nunca lo será), cometen errores tontos. Si la cosa no es muy grave, un niño que luego medio estorba pero se le quiere, en otros hasta una enfermedad grave.

   Hablo de esos amores que notamos en el amigo que encuentra cualidades donde todos sabemos que no hay nada, el hermano que sufre por quien nunca le quiso. Hasta uno mismo (para quienes han sentido la real magia del amor, digo). ¿Es tonto que un carajo se enamore así, viéndose obligado a estar cuando el objeto de su afecto a otra persona pertenecerá, como el tipo del video, soñando y esperando eternamente por algo que sabe no ocurrirá? Puede ser, pero ¿acaso hay opciones? ¿En verdad? ¿Y si, contrario a los que creemos el resto, sencillamente no se puede evitar?

   Hay algo grande, pero también terrible, en la idea de enamorarse de corazón, cerrando los ojos, por los motivos que sean, a la razón. Dicen que quién no ha amado no ha vivido, que es preferible amar y perder que jamás haber sentido... Pero ¿existen realmente las pasiones tipo Cumbres Borrascosas? Gente a la que, por cierto, les fue terrible... 

TINO PARA LAS PAREJAS

2 comentarios:

  1. Me pasó algo como lo que describes hace no mucho y, aunque fue un sentimiento destinado a morir, fue maravilloso. Al menos tuve la oportunidad de convertirlo en otra cosa.

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    1. Creo que siempre fui demasiado cerebral para ilusionarme, por decirlo así, o egoísta. Me han acusado de eso, jejeje

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