COMUNICACION
La
fiesta perfecta se da cuando todo se junta... y se quiere. Dos guapos
amigos se reúnen para practicar yoga y el instructor llega. Pero
este es tan guapo y sexy, y como ellos son de los chicos que se
derriten por los hombres así, saben que no se concentrarán. Además,
fuera de flexible y que puede doblarse en posturas insólitas, este
puede sostenerlas durante horas. ¡Horas! La cosa es agobiante porque
la testosterona ahoga, pero el asunto no es desesperado... El sexy
carajo gusta de tocar y sobar, de apretar y hacer temblar, de
erizar... Le encanta llenar huecos golosos y traviesos a rabiar.
Es
uno de esos agradables momentos que se dan en la vida cuando todo es
ganar y ganar. Es bueno saber que pasa, que los chicos buenos
obtienen realmente todo el sexo que merecen. Claro, también hay que
saber prepararse, y ese shortcito azul, pequeñito y pegadito, era
como una invitación muy difícil de obviar... e imposible de
rechazar.
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