sábado, 23 de noviembre de 2019

EL PESO DE LA CULPA

¿TODAVIA ARDE LA AMAZONIA?

   Le cree, parece, sólo su mamá. Si la tiene... y no la estafó.
 
   Hace añales, leyendo “QB VII”, vi la cuestión; un hombre representaba a un médico que fue difamado por un escritor, cuando las pruebas se vuelven en su contra, el juez dice que dará tiempo al médico de preparar su defensa y el abogado queda con la boca abierta: su cliente, el demandante, era ahora el culpable a los ojos de todos. Esta nota señalada por un amigo en Facebook me hizo recordar el asunto. Un catalán que tuvo que escapar de España después de estafar los ahorros de 50 jubilados, Artur Segarra (una joyita la llamó mi amigo), fue detenido por las autoridades de Tailandia, acusado de secuestrar, torturar, estrangular y descuartizar a un sujeto con el cual fue visto regresando de una fiesta, de madrugada. Última vez que se le vio con vida y sus cuentas bancarias fueron vaciadas. Segarra fue detenido, juzgado y condenado a muerte por ese crimen, ha acabado con todas sus apelaciones, mientras mantiene su inocencia. Sólo le queda recurrir a “la piedad del Rey”. Señala mi amigo que, está bien, el tipo es un estafador de ancianos, ¿pero se probó que era un asesino más allá de toda duda?, Tailandia cree que si; el asunto es que él leyó la noticia en un portal de noticias español donde sostenían: Detenido el catalán descuartizador en Bangkok. Así tal cual. Ni los españoles le creen el cuento. Ni parece que les pese su suerte. Hay quienes pecan más allá de toda tolerancia. 

EL POLICIA MIRON

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