domingo, 24 de noviembre de 2019

INCONVENIENTE

A DONDE FUERES...

   A veces, por alguna razón, no se piensa...
 
   Dándole y dándole con ganas por ese ávido agujero que disfrutaba de cada grueso, duro y palpitante bocado, el hombre entiende que con un trasero como ese, el chico sólo podía hacer eso, repartir culo. Más teniéndolo enmarcado en uno de sus suspensorios. No quiere ni imaginar los bochinches que arma en los vestuarios y las duchas después de cada partido. Pero, claro, tal vez eso no disculpaba el que se estuviera follándose a su joven vecino, luego de ofrecerse a llevarle de casa aquellos libros que dejó olvidados. Obviamente se había mudado al campus no a estudiar sino a divertirse... y con un culo como ese... Pero estaba mal, si, muy mal que le hiciera eso al hijo de la mejor amiga de su mujer, se dice gimiendo entre dientes, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás mientras se la entierra toda, sintiéndose atrapado en la gloria.

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