MAESTRO EDUCA A CHICO EN EL AULA
El
joven y triunfador capitán del equipo de natación, admirado por
todos, a quien las chicas aman. Bastante que disfrutaba de su fama,
popularidad y beneficios... hasta que conoce al rudo profesor
Vergatti. Quien con su presencia y vozarrón le controla cuando antes
era un intocable agitador en las aulas. El hombre llega y sabe si se
ha portado mal, aunque el joven con ojos brillantes y cachetes rojos
gima que no. No le cree y tiene que darle, azotarle lentamente sobre
su escritorio para corregirle, para calmarle, para que ande derechito
por el camino que quiere para él... Ese donde gime y se agita sobre
sus piernas, todo enrojecido, gozando, cachondo, nadando en
adolescentes hormonas. Lo azota y acaricia, sonriendo al verlo
resplandecer, mojarse y calentarse todo. Soba la entrada de ese
culito que late, preguntándole si ya comenzó a repartírselo a
todos sus colegas en las piletas, en las duchas, y al resto de los
atletas del colegio como le ordenó que hiciera. Avergonzado responde
que sí, que ahora le tratan como a la puta de la escuela. El hombre
ríe: “Es lo que eres, muchacho”. Y le da más, porque el chico
necesita de eso, de una mano dura en su vida de ahí en adelante, la
de un verdadero macho. Sonríe teniéndole con los labios metidos en
su bragueta, mientras chupa emocionado, o cuando se revuelve con su
tranca metida hasta los pelos en ese culito todavía apretado. Tal
vez debería enviarle una buena botella al papá del muchacho en su
cumpleaños; cuando estos fallan en el hogar los chicos recurren a
él. Y aunque disfruta tocarle, sobarle, azotarle, escucharle gemir,
verle todo cachondo sobre sus rodillas antes de follarlo, ha
descubierto que todo eso contribuía a volverle ese culito casi un
melado...
Aunque
el video es viejo, de hecho fue una de las primeras cosas que
encontré en la red cuando supe que se podía encontrar porno,
siempre me ha fascinado. Es toda una fantasía erótica. Vaya
profesor, ¿no? Cazando chicuelos necesitados de afecto.
...
NOTA: Estoy teniendo problemas para responder los comentarios con mi nombre, y no quiero salir de blogger porque ¿y si después no puedo volver a entrar? No sé qué pasa... más allá de que las máquinas y la tecnología me odian.
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