domingo, 24 de febrero de 2019

EL AFECTO DE PAPI

BAJO MANO EXPERTA

                               
   Todo dulce chico lo merece. Como este bebé que duerme como un bendito, a pierna suelta y una sonrisa en sus labios carnosos, soñando con chicos guapos de buenas chupetas a las cuales pegar su boca hambrienta. Casi exhala emoción, tal vez es eso lo que su nuevo papi, el novio de su mamá, nota cuando le mira desde la puerta de su cuarto, siempre abierta. Un chico que atrae miradas y buenos deseos. Posiblemente eso es lo que le anima a tocar y sobar, sonriendo al notarle el leve estremecimiento en respuesta. La de cada mañana como ya sabe, cuando va y le despierta metiéndosele en la vida y por todos los ávidos agujeros de lujurioso adolescente. Deseando algo para ellos, bien enterrado, a cada rato. El hombre, tomándole sobre la estrecha cama, oyéndole gemir, viéndole estremecer en dulce agonía, reconoce que es una maravilla cada despertada que se le daba a un bebé tan entusiasta. 

RIESGO LABORAL

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