DURO TURNO
¿Quién
no las tiene?
Nunca
quiere terminar de llegar al lugar al que le cita el otro cuando
quiere desahogar las ganas; siempre se jura que la última vez había
sido la última. Y, sin embargo, sabe que mientras se acerca ya le
gotea copiosamente y que no puede ocultarlo. Ni escapar del maldito
hijo de perra ese. Llega al lugar de la cita para que emerja la puta
perdida, la perra en celo, el marica de culo hambriento de güevos y
sexo, la gran mamadora de trancas y bebedora de leche caliente. El
desgraciado sabe que cuando se arrodilla, abre la boca o le pone el
culo para que se lo llene, ya no tiene escape. Quiere clavársela.
Esa vez... y las que vengan.
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