SIMON DIAZ, A CINCO AÑOS DE SU PARTIDA
Qué
tomas, ¿eh?
Se
anuncia la octava y última temporada de Juego de Tronos y de verdad
que se entiende la aflicción de su fanaticada. Miren que pasan cosas
en esta serie; aventuras, intrigas, crímenes, traiciones, violencia
gráfica, el, si, molesto asesinato de los preferidos, pero también
el de personajes odiados. Este programa que me gusta sólo lo veo en
maratones, no tengo la paciencia para ver uno semanalmente,
especialmente por el tiempo que pasa entre temporadas. En este
anuncio vemos a tres de los que gustan, la doncella, el bastardo y la
traviesa de los Stark (así les dice un youtuber genial que resume
una temporada en siete minutos). Se les ve solemnes, elegantes,
imponentes en las catacumbas de la familia, recordando el pasado,
detalles que caen en su sitio. Los tres, con la doncella en medio los
guerreros a un lado... Y llega el invierno que trae la muerte. La
toma cuando se vuelven ante el frío glacial, y desenfundan el
bastardo y la traviesa se vio fenomenal. Ellos enfrentarán el
horror, a los muertos vivientes, con todo lo que tienen... y temo por
Arya stark, la mejor de todos ellos. Hablamos de Juego de Tronos,
matarla en batalla de una manera terrible entraría fácilmente en el
tipo de perradas que el programa acostumbra. ¿Quiénes quedarán de
pie al final? Sólo espero, de verdad, que la muerte de Cersei sea
lenta y dolorosa. Ay, Arya...
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