Al
menos el primero, con suerte...
Sábado
en la noche, tiempo de calor, entre clases, después de un largo día
en casa y el trabajo con tu papá; hora de salir a buscar aire, un
momento para ti, algo de libertad juntos a tus amigos en la casa de
la fiesta. Y sin embargo no eres completamente feliz, porque sales a
cumplir una tarea, vas con una única meta en mente: hoy, esta noche,
no mañana ni pasado, en un descuido de tus amigos, en la parte de
atrás de esa casa darás un beso. Tienes que hacerlo. Dar el
primero. Sentirlo, vivirlo. Cruzarás tu mirada anhelante, algo
temerosa pero esperanzada y desafiante esperando encontrar una
respuesta parecida, o una de sonriente confianza, un guiño y un leve
gesto de sal, te espero. Y darlo, ese beso tan soñado. Por fin.
Sentir el calor de otro cuerpo junto al tuyo, el aliento de otra
respiración, la tersura de otros labios, la suave y mil veces
fantaseada caricia de otra lengua. No importa qué pase luego, ya
habrá ocurrido, diste el primero. Si, puedes hacerlo, tienes el
valor en ti... y sabrás que a otros ojos eres lo suficientemente
atractivo como para ocurra. El mundo es perfecto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario