BAJO MANO EXPERTA
¡Mierda,
mierda, MIERDA!, era todo lo que podía pensar. Tuvo que saltarse el
almuerzo por exceso de reportes a revisar, fue por un café y no
habían dejado sino la cafetera sucia, el jefe le exigió que
terminara y debía quedarse. Cuando ya todos estaban en sus casas,
cenando, siendo atendidos por sus mujeres, ¡a él todavía le
quedaría una o dos horas de trabajo! Coño, con tanta frustración
tenía que aliviarse, drenarla, ¿verdad?; eso se entiende. No era
nada raro. ¿Quién iba a saber que el carajo de la limpieza le
pillaría, y que tomado por sorpresa se embarcara en un intercambio
de insultos con ese sujeto, quien también había tenido un día de
mierda aunque no tanta como la que encontrara en los baños y venía
ya agresivo y molesto? No fue buena idea amenazarle con llamar a
Seguridad o reportarle, no a un tipo de ese tamaño, el cual quiso
también desahogarse... llenándole con rudeza, vaciándosele en las
entrañas mientras le rugía lindezas como que su vagina andaba
pidiendo macho para calmarse. ¿Podía ser peor la cosa?, ¿aún más?
Si, los escuchó el catire con cara de mala gente de Seguridad y
terminó forzado a punta de trancas de una manera que no sólo no
olvidaría sino que... secretamente le gustaría. Pensaba que lo
disimulaba, pero entre tantos chillidos y el tolete goteándole como
grifo la vaina se le notaba. Bien, al final la cosa no resultó
enteramente mal, desde ese momento las horas de extras y el turno
nocturno en el edificio ya no serían tan irritantes o aburridas.
Aunque eso que le exigían, que llevara una pantaleta y se lo
depilara...
Me
gusta mucho este video, parte de una cinta más larga y que va por el
mismo derrotero. Fuera de todo el fetichismo del sujeto sorprendido y
tomado contra su voluntad, algo sólo permitido en el porno
recreativo de fantasía, ¿okay?, está el hecho del otro que le
trata como a una hembra histérica falta de verga, ese viejo insulto
tan nuestro. Pero es cuando le dice perra, en español, o bitch, que
también lo hace, que la cosa toma más color y calor.
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