Tal
vez debieron usar otro enfoque...
El
entrenador le dijo al inicio del año que debía ayudar al equipo con
sus tensiones y problemas, que al andar pensando en sexo y en las
nenas que se los dificultaba, obnubilaba a los chicos y no les
permitía rendir acertadamente en la cancha. Así que cada vez que
jugaran y uno de ellos estuviera mal, pero lo que se dice mal, debía
dejarle montarle, que le enterrara la barra toda la noche y se
desahogara para ver si todo mejoraba. Gimió que no era gay, porque
de eso estaba seguro, sintiéndose ligeramente insultado cuando el
velludo hombre giró los ojos con sorna y dijo seguro, obligándole a
caer de panza sobre su escritorio, metiendole una lengua tan hábil y
unos dedos tan gruesos pero igual de diestros, que terminó
suplicándole que lo follara. en su oficina, sin importarle que los
muchachos, afuera, le escucharan y rieran. Bien, como miembrpo del
equipo debía hacer su parte, ¿no?, y ahora sabía que no le
disgustaba para nada, al contrario. La cuestión fue que el equipo no
sólo continuaba sin ganar sino que cada chico parecía hacerlo peor
cada vez en la cancha, por mucho que intentara estimularlos en la
cama. De seguir así, rojo de rabia, el entrenador gritó en los
vestuarios que de ahora en adelante tendría que atender a dos o tres
a la vez... ¿mejorará con eso algo el asunto? No sé por qué pero
lo dudo.
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