¿Acaso
la quinta pata del gato?
¿Qué
hace?, te preguntas acercándote y encontrando al sujeto nuevo
asomado al ojo de la cerradura, y sabes que a esa hora, dentro de ese
cuarto, otros tipos se cambian de ropas. ¿Qué pretende?, ¿qué
busca? Problemas. Y los va a encontrar, se dice sonriendo, sobándose
sobre el mono de trabajo. Los culos grandes como ese, tentadores
dentro de sus coquetas pantaletas para chicos, llamando machos
cabríos, siempre conseguían lo que buscaban. Con todo y a lo
profundo. Qué puto, le notó y finge que no, bien, era hora de darle
duro.
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