Los
chicos siempre serán chicos...
Era
una de esas competencia. El risueño muchacho, lleno de malicia, de
pie frente a los tres amigos sentadotes en el sofá, desnudos de las
cinturas para abajo, les dice:
-Recuerden
las condiciones de la apuesta, después no vale llorar. Al primero
que se le pare viéndome bailar, el resto nos los vamos a pegar con
todo y de frente. Y miren que tengo las pelotas repletas de semen...
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