miércoles, 15 de mayo de 2019

PO DRUGIE

PIERWSZY

   -Oh, vamos, dejen la paja de poner caras de sorpresas y agravio, saben lo que quiero. Vivo oliéndoles los suspensorios y por eso me los dejan por ahí todos regados y hasta chorreados. Vengan y sírvanse o me voy con los chicos del equipo contrario. Rápido que estoy caliente...
   Mira a su coach y niega sutilmente con la cabeza. No, no va a soltarlo. Tener a ese marica así, su gran rival en el circuito escolar, sometido, se sentía muy rico. Lo hará temblar con su fuerza y virilidad, mojándole con su sudor, luego lo tomará en los vestuarios y seguro que el puto lo gozará, si se guía por lo que se le dibujaba bajo el uniforme, ya medio duro.
   Quienes llegaban y encontraban al joven y musculoso instructor se quedaban de piedra. Era la imagen perfecta que deseaban los machos dominantes, hombres cuarentones de empresa, milicias y hasta de la construcción y la policía. Sabiendo el efecto que causaba en el turno nocturno, el local le quería así, un bello marica exhibiéndose en su arrogante sensualidad. Y vaya que atraía clientes para el nuevo y algo caro servicio de masajes discretos con aparatos… Unos que al chico enloquecían al usarlos... 

TRZECIE

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