Si,
era algo natural...
Cuando
le alcanza el fuerte olor, el poder masculino de algún chico alfa
saludable, vigoroso y rudo, se abruma. Especialmente si estos notan
algo, olfateando también, deteniéndose, olvidando para dónde iban,
acercándosele. Es cuando todo gira a su alrededor, su cuerpo se
calienta, su agujero titila, se moja y agita, y tan sólo puede
abrirse de piernas como una putita de escuela cualquiera. Una que era
follada, tomada donde fuera. Y que lo agradecía.
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