LA IGLESIA Y SUS APUROS DOCTRINALES
Si,
suena a telenovela, pero...
Cómo
hay gente enferma en este mundo. En Zambia comenzó la controversia.
Una mujer llamada Elizabeth Bwalya Mwewa (¿cómo carrizo se
pronunciará eso?), confesó que durante 12 años, siendo enfermera
de maternidad en un importante hospital del país, intercambió a más
de 5 mil recién nacidos, provocando que gente que no eran sus
familiares se llevaran al bebé equivocado. ¡Y lo hizo por
diversión! De ahí digo lo de gente enferma, no el que ahora lo
confiese porque según tiene un cáncer terminal y encontró a Dios,
y no quiere irse debiendo nada. ¿Semejante loca pensará que eso es
tan fácil? Llegó al límite de aconsejar a los que nacieron allí
entre los años 1983 y 1995, cuando ella estaba de turno, que averigüen bien si la familia en la que están es la de ellos. La
mujer asegura estar arrepentida, y que “fue un demonio quien la
obligó a cometer semejante crimen”, pero uno no puede dejar de
preguntarse si todo ese arrepentimiento y encontrar a Dios no tendrá
nada que ver con lo cercano de su muerte. El gobierno de Zambia
asegura que no hay ninguna Elizabeth Bwalya Mwewa en sus registros
nacionales para la profesión de enfermera, pero ante la conmoción
que un hecho así causa, y debe causar, no sería extraño que
intentaran bajarle el tono al escándalo. Para no quedar como un país
africano, dirían los mal hablados. ¿Imaginan si a uno le tocaba una
familia con real y terminó en la mísera miseria?
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