Todos
lo comentaban...
Desde
sus padres, al papá de la novia, todos decían que ese chico era
como un pozo sin fondo, comía y comía y no se llenaba ni
engordaba. Tal vez por eso este par de hermanos, vecinos del chico,
han decidido tomar cartas en el asunto. Quizás la cosa no era la
cantidad sino la calidad de aquello que tragaba. Así que, corrida
tras corridas han decidido alimentar al chico blanco para ver si
engorda, se preña o realmente no cambia. Bueno, eso no era
exactamente así, ya que ahora le había agarrado el gusto a unos
sabores y gustos nuevos. Era como una regla: un chico blanco sobre
una buena verga negra se tranformaba en tremenda perra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario