lunes, 23 de septiembre de 2019

MORDER HIELO

¿TODAVIA ARDE LA AMAZONIA?

   ¿Ya no queda nada inocente?

   Para ojos de los expertos todo son traumas y problemas. ¿A quién no le gusta masticar un cuadrito de hielo cuando toma una bebida? Hay algo divertido, grato, en ello. Pues, parece que si a uno le gusta esto es porque tal vez padece una falta de hierro en el organismo, lo que sería un indicativo de una anemia. Nada más y nada menos. Bien, los realizadores de estudios al respecto (ya nos van a salir con otra conseja como contra la sal, la grasa frita, la comida chatarra y otros), sentir alivio, bienestar después de morder hielo, es el mayor indicativo de un problema latente. Y me pregunto, cuando uno hace algo así, aún sea morderse una uña, ¿no es porque produce una sensación benéfica? ¿Será que todo es realmente una señal de alarma sobre este o aquel desajuste? No, la cosa no es tan grave, se asocia el morder hielo y el bienestar, con una condición a la que llaman pica, donde el individuo siente la compulsión de comer cosas aunque no tengan ningún valor nutritivo, categoría en la que caen los que tragan aún tierra, que aunque se asocia con niños muy pequeños (¿es por eso que lo hacen?, no deja de ser interesante), puede afectar a cualquiera. He mordido hielo, de hecho creo que sí queda al fondo de un vaso o lo atrapo flotando, lo hago sin darme cuenta, pero mis niveles de hemoglobina siempre han sido más bien altos. Será que hay compulsión y simples juegos del momento, ¿no? 

¿GASTRITIS?, ESTO AYUDA...

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