COMUNICACION
Imaginen
la escena. Sarita, la bella y emprendedora joven que se gana la vida
dando masajes terapéuticos (ojo, sólo de esos, aclara a todos los
hombres cuando sonríen al escucharla), medio encandilada con un
catirote alto y fuerte que tiene por compañero de fórmula, una
tarde tiene que pasar por el trago amargo de atender a Ramón, el
marido de su mejor amiga, Amandita; un sujeto malhumorado siempre,
impaciente, eternamente tenso por el trabajo y adolorido por el
estrés. Un carajo demandante que nunca está contento, o conforme,
con nada. Quiere ofrecerle su mejor atención aunque sabe que será
difícil... y el guapo socio la ayuda. Lo que la buena chica descubre
de ese poco profesional amigo le trastorna, y toda apenada, más
tarde, le pedirá disculpas a ese hombre tan difícil. El cual la
sorprende diciéndole que no tienen por qué hablar con eso, y menos
con Amandita, que con ese buen masaje quedó ligerito y aliviado, y
que tal vez vuelva mañana por otra tanda.
......
Joder,
ese William Seed es increíble. ¡Vaya pinta! ¿A quiénes se les
ocurrirán estas tramas? MEN.com debe estar haciendo plata a lo loco.
Por cierto, la verdad que el ano del otro carajo parecía ya como
bien trabajado, ¿no?
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