COMUNICACION
Si,
culos locos y tremendos, así eran esos fornidos y gordos traseros de
calentorros chicos negros. Cuando sale con el primo, citando a otros,
estos saben a lo que van, lo que quieren, caer de rodillas y chupar,
ahogándose con esas trancas en lo profundo de sus gargantas golosas,
la baba chorreándoles por las barbillas y los ojos llorándoles un
poco ante el tamaño y largo de aquellas pulsantes piezas. Cuando sus
culos oscuros eran abiertos y penetrados, era con fuerza, con rudos
golpes como tanto gustaba a “ese par de perras”, como todos los
que les conocen dicen cuando se refieren a ellos, sea en el trabajo,
el vecindario o en las reuniones de amistades. Que cada uno por su
lado es capaz de agotar un bar lleno de marineros ebrios, juntos con
toda una flota. Es una noche de sexo caliente, de penetradas a fondo,
de golpes duros, de chillidos y gemidos de quienes sienten que no hay
futuro ni mañana, sólo el ahora y todas las vergas, todos los
hombres que puedan tomar. Ya volverá uno a dar clases dominicales de
religión y el otro con su mujer e hijos, el perfecto padre de
familia. Pero, por unas horas, tan sólo necesitan relajarse y
dejarles entrar...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario