jueves, 14 de noviembre de 2019

ESPAÑA Y ESAS EXTRAÑAS MANERAS DE LOS POLITICOS

SI EL NORTE FUERA EL SUR

   Que tanto parece peligrosa negligencia.

   Cada vez que una persona comienza a pensar sobre cualquier cosa parte del principio del bodeguero. Yo y lo mío (el burro adelante). Cuando se piensa en políticos criminalmente irresponsables, los primeros que vienen a la mente, para mí, son los venezolanos. Gente chapucera e incompetente, donde el más mañoso gana por ahora, más por las falta de sus oponentes que por mayor mérito. Venezuela vive una terrible crisis humanitaria donde hay gente que lleva más de cuatro años enflaqueciendo, desnutriéndose y finalmente muriendo de hambre, tanto que las oleadas de desplazados ya crean problemas en otras regiones, tanto que muchos de esos territorios se han visto sacudidos por la “indignación” de poblaciones que ahora descubren que esa Venezuela cuyos crímenes tapareaban en cuanto foro alguien intentaba denunciar lo que ocurría, no era la que les contaban. Que gobierno y oposición no lleguen a un acuerdo, aquí, es criminal, porque lo que se juegan es la vida de las personas. Literalmente. Pero es sabido de vieja data que la izquierda no aprende ni rectifica, persiste en detrimento de los demás mientras alcance sus propios objetivos. Tiranías de izquierdas no renuncian; o las tumban militarmente o la situación se vuelve tan terrible que tienen que escapar, intentando llevarse lo juntado. Eso casi se espera. Que Venezuela agonice mientras un grupito sigue explotándola, pero especialmente asegurándose no terminar sus días tras las rejas, tiene su lógica por perversa que sea. Aquí y en cada rincón donde se ha tenido la mala suerte de sufrir estos regímenes.

   Es cuando cae en la misma conducta la gente que debe enfrentarles que la cosa se pone desagradable. Y molesta. Fue idiota que un grupo de políticos profesionales se desesperaran por el sucesor entre ellos creyendo, a principios de 2016, que ya el régimen estaba caído por la aplastante derrota sufrida en el Parlamento, por el odio que la gente en zonas antiguamente chavistas le mostraban a manera de cacerolazos, y que aún en Caracas veinte de las veintidós parroquias votaran por salir del control del régimen en la Asamblea, botaran ese capital saliendo de esa directiva que nos llevó al triunfo, no fuera y al país díscolo se le ocurriera poner al pelón aquel en la silla. Pero no sólo eso, se comenzó la pelea entre la coalición por ver qué partido descabezaba a los otros y se convertía en partido de gobierno. Porque alguien les dijo que ya el trabajo estaba hecho, que todos esos votos eran suyos para que hicieran lo que les diera la gana y que la pelea real debía ser entre ellos por la silla. Una que no estaba desocupada. Si a eso sumamos que hubo quienes creyeron que coronarían sin partido y sin seguidores, pensando que destruyendo a todo quien estuviera por encima de ellos en las encuesta bastaría, usando guerra sucia como pocas veces se ha visto en este país, se entiende cabalmente lo de criminal e irresponsable necedad de un estamento que logró lo que parecía imposible: Apartar a la gente de las filas de la oposición y estabilizar a un régimen que prácticamente estaba caído y tan sólo debía perder cada alcaldía y gobernación para que el mundo lo entendiera, aunque dieran un golpe de estado luego contra ese Parlamento. Y tras todo ello estaba Nicolás Maduro guiando a esos políticos y a esos señores de la guerra sucia. En un mundo de ciegos el tuerto es el rey.

   Pero viendo lo visto este fin de semana en España se entiende que no se debe ser tan provinciano, no todo lo chimbo, lo malo, lo inepto campea en nuestro patio. En todas partes se cuecen habas. Que el Partido Socialista Obrero Español haya llamado a cuatro eventos electorales buscando alcanzar una mayoría absoluta que le permitiera gobernar sin pactar, como quisiera, fue una irresponsabilidad. Di tú ir a una o dos elecciones, ¿pero a cuatro? Que después de una cuarta elección, al día siguiente aparezcan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dándose un abrazo incómodo alegando que hay un preacuerdo para formar gobierno fue todavía peor. Si eso ya se había hablado, contemplado, ¿para qué carajo llamaron a un evento comicial gastando todos esos millones de euros, y molestando a una gente que ya venía irritada por la incapacidad de esos sujetos para pensar más allá de su particular parcela, sin preocuparse de una España a la deriva con los problemas autonómicos y los índices económicos que vuelven a ser inquietantes? Que mientras estos problemas se presentan, y se agravan, el PSOE no intentara antes una estabilización con otras fuerzas políticas fue irresponsable también.

   Merecidamente ambos partidos de izquierda bajaron en su cosecha de diputados, lo que a la larga seguramente será lo único positivo, menos gente en la cámara para hacer daño. Tal vez les alcance para formar gobierno, Pablo Iglesia coronando parte de su monstruosa ambición de poder, pero el daño de vista a la opinión pública ya está hecho, por mucho que quieran hablar ahora de pensar en España y de alcanzar estabilidad, cuando se pudo hacer mucho antes de gastar tanta plata y de dejar pasar tanto tiempo sin rumbo.

   Qué mal le fue a CIUDADANOS, pero sus banderas un tanto intransigentes también le costaron (aparentemente a todos se les hacía muy difícil pensar primero en España), su líder renunció al día siguiente. Algo loable. Pablo Iglesias, que lleva a PODEMOS al garete, ni se le ocurre. La verdadera gente de izquierda es así. Todo y todos son sacrificables. No, él sueña con alcanzar el poder él, no por mampuestos. Diría que no creo que ocurra, pero la verdad es que votando, estos españoles... Mejor lo dejo así. Por otro lado preocupa el aumento de la llamada ultraderecha. En Europa estos grupos son inquietantes por ese tinte medio nazi que tienen. Pero están allí no por ellos, a quienes siempre se les quiere cerrar el paso recurriendo al miedo que suscitan; aparecen porque los otros no quieren dar la talla. Qué es lo preocupante.

   Bien, veremos cómo les va... Diría que da como un alivio saber que los políticos inútiles no están todos en tal o cual sitio; aunque siendo totalmente honestos, ninguno otro grupo pueda compararse con esta pila de tracaleros ineptos que siendo Venezuela un país petrolero, el cual cayó en sus manos lleno de refinerías y petroquímicas, hoy ni siquiera pueden garantizar el combustible o el gas; todo de producción interna en los viejos tiempos. Y mejor lo dejo así, no vaya nadie a molestarse conmigo.

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