domingo, 31 de marzo de 2019

UN PASO NATURAL

BAJO MANO EXPERTA
   Las exigencias de la vida son reales, claras y hastas lógicas para cualquiera que se tomara la molestia de pensar un poquito más allá del cuadrito. Si se contaba en el gym con un campeón, un ganador, alguien capaz de hacerte brillar, y le encantaba el sexo después de cada práctica aunque lo negara, hay que dárselo, pues. Se lo ha ganado. Claro, no vas a saltarle encima, se comienza jugando. Pretendiendo que no se sabe qué se quiere, o si vas a ceder finalmente, o a repetirse. Aunque sabes que, en verdad, te diviertes accediendo a lo evidente. Esperando ya por la excitante vista que provoca el estimulante olor a suspensorios transpirados, tan sólo superado por el revitalizador aroma de un pubis mojado. Tan simple, tan cierto. Así que a darle a tu entrenador, ese hacedor de estrellas, el tratamiento que no se atreve a pedir pero que desea. Los resultados, a la larga, bien que valen la pena.

   Ese Cliff Jensen es un diablo. Seguro a lo largo de su vida hizo probar a más de uno más de lo que habría imaginado. 

TANTO VA EL CANTARO AL RIO...

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