jueves, 18 de abril de 2019

DETENCION

HAY DIAS ASI...
   Con El Gran Hermano vigilando cada actuación, cada idea expresada aún en la intimidad de la casa, escudriñando prácticamente cada pensamiento, toda conducta que despierte suspicacias, como leer un pasquín no complaciente con el Amado Líder, cualquier cosa ya te hace proclive de sospecha. Y si eres un profesor universitario tu peligrosidad, para ellos, se multiplica. Se te debe detener sin miramientos, sin que te cobije algún derecho, siendo aislado y sometido a los interrogatorios y las acciones vandálicas que terminarán por quebrantar tu espíritu, rebajándote, degradándote, haciéndote perder la noción de quién eres, qué pensabas, y que abraces el dogma, que ocupes el espacio que se te adjudica. Con tiempo, esbirros hábiles y adoctrinamiento terminarás estremeciéndote bajo sus manos, gimiendo y respondiendo como quieren cuando te digan que tu “vagina” se siente lista para más, riéndose de ti, advirtiéndote que te filman y graban para que todos sepan lo que eres. Chantajeándote. Pero para ese entonces ya no te molesta, no sabes por qué pero te sientes una zorra traviesa, caliente a cada hora, desatada e incapaz de controlarse. No extrañandote el escucharte a ti mismo gritar que si, que quieres que llenen tu concha, que deseas sentir sus jugos alimentandote, sus trancas poseyéndote, su semen penetrándote... Eran métodos de control comprobados

   Esta escena de la película SECUESTRO es, como toda ella, un clásico del porno gay fetichista, muy caliente por varios motivos; por alguna razón excita la idea del control, la del autoritarismo, los uniformes oscuros, los calabozos, el tipo siendo sometido entre sus captores. Hay un cierto tinte fascista que casi preocupa, aunque divierte y entretiene. 

REALIDADES

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