El
veterano capitán sabe balancear su vida en días de asuetos como
esos, mire por donde se le mire; manda y grita como ogro en alta mar,
se vuelve obsequiosa y ardiente zorra de los muchachos en tierra
firme. Con sus pantaleticas sabe cómo animarlos a actuar. Estos
pasarían una o dos veces, riendo entre ellos, señalándole, él se
volverá y les agitaré el trasero, y pronto estará gritando con el
coño abierto. Nada superaba el sexo en los lugares apartados y
públicos, como los vestuarios en la playa. Alguien siempre
acercándose y riendo, oyendo sin entrar a veces, preguntando si es
que le estaban dando duro a una puta. ¿Momentos incómodos?, claro,
como cuando le pillaba en una de esas alguien de la flota; estos
nunca terminaban de compaginar que quien les gritaba e insultaba de
día, molestándoles con lo del respeto y la disciplina, era quien
luego podía llorarles por pollas en las noches en su camarotes. Pero
aprendían.
Siempre
se ve una escena de estas en la arena cuando las familias pasean; el
atrevido y fogoso yerno que se la monta al suegro, quien grita y ríe
sintiéndose presionado, notando en el cogote el calor de la joven
verga, cierto olorcillo medio mareándole aunque el carrizo saliera
del agua. Los juegos de “¿quiere chupármela, suegro?”, entre
risas algo censuradoras del resto de la familia, pero el chico, con
los ojos brillantes, seguía empujándola más y más. Cuando ya hay
confianza, pero confianza de tiempo, entre las olas es fácil
adivinar al viejo metiéndole mano en el bañador haciéndole una
paja... algo que ayude al más joven a aguantar hasta que se la monte
en casa.
No
necesitaba explicarse, decir nada, tampoco ofrecer más de lo que ya
hacía. Ante el hermoso cuadro de la tarde, con las olas y las rocas,
el sujeto espera por los muchachos que por ahí pasean sabiendo que a
veces se encuentra a un tipo como él, necesitado de un momento
especial, de calidad viril lejos de la familia. Un tío con un
agujero hambriento siempre presto a ser llenado de güevo. Era común
darse una vueltica por ahí y verle emocionado, ojos cerrados, rostro
alzado, parte de la tanga apartada siendo duramente enculado allí.
Pero, ¿quién se mete?, cada cual necesita de un tiempo para sí.
NOTA:
Imágenes de Instagram y Facebook, sujetos reales; que no todo pueden
ser guapos y bien acomodados modelos. Esos tipos odiosos...
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