miércoles, 24 de abril de 2019

ECOS SANTOS

   El veterano capitán sabe balancear su vida en días de asuetos como esos, mire por donde se le mire; manda y grita como ogro en alta mar, se vuelve obsequiosa y ardiente zorra de los muchachos en tierra firme. Con sus pantaleticas sabe cómo animarlos a actuar. Estos pasarían una o dos veces, riendo entre ellos, señalándole, él se volverá y les agitaré el trasero, y pronto estará gritando con el coño abierto. Nada superaba el sexo en los lugares apartados y públicos, como los vestuarios en la playa. Alguien siempre acercándose y riendo, oyendo sin entrar a veces, preguntando si es que le estaban dando duro a una puta. ¿Momentos incómodos?, claro, como cuando le pillaba en una de esas alguien de la flota; estos nunca terminaban de compaginar que quien les gritaba e insultaba de día, molestándoles con lo del respeto y la disciplina, era quien luego podía llorarles por pollas en las noches en su camarotes. Pero aprendían.
   Siempre se ve una escena de estas en la arena cuando las familias pasean; el atrevido y fogoso yerno que se la monta al suegro, quien grita y ríe sintiéndose presionado, notando en el cogote el calor de la joven verga, cierto olorcillo medio mareándole aunque el carrizo saliera del agua. Los juegos de “¿quiere chupármela, suegro?”, entre risas algo censuradoras del resto de la familia, pero el chico, con los ojos brillantes, seguía empujándola más y más. Cuando ya hay confianza, pero confianza de tiempo, entre las olas es fácil adivinar al viejo metiéndole mano en el bañador haciéndole una paja... algo que ayude al más joven a aguantar hasta que se la monte en casa.
   No necesitaba explicarse, decir nada, tampoco ofrecer más de lo que ya hacía. Ante el hermoso cuadro de la tarde, con las olas y las rocas, el sujeto espera por los muchachos que por ahí pasean sabiendo que a veces se encuentra a un tipo como él, necesitado de un momento especial, de calidad viril lejos de la familia. Un tío con un agujero hambriento siempre presto a ser llenado de güevo. Era común darse una vueltica por ahí y verle emocionado, ojos cerrados, rostro alzado, parte de la tanga apartada siendo duramente enculado allí. Pero, ¿quién se mete?, cada cual necesita de un tiempo para sí.

NOTA: Imágenes de Instagram y Facebook, sujetos reales; que no todo pueden ser guapos y bien acomodados modelos. Esos tipos odiosos... 

UN FIN DE SEMANA CUALQUIERA...

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