DEJANDOSE LLEVAR
Cálidas
tardes de verano...
De
paseo por esos apartados parajes, bajo un sol sofocante, nuestro
chico encuentra la vieja y destartalada construcción tras aquella
caída vaya quye anuncia que es propiedad del banco del estado.
Embargada a sus dueños. Qué mal, piensa. En una de las paredes
encuentra una bomba de agua, la cual manipula. La larga llave arriba
y abajo hasta que surge el agua fresca, que bebe y con la cual se
moja una vez desnudo, sintiéndolo rico sobre su piel. Se queda un
rato al sol, secándose, entrando al granero, cayendo en el suave
heno, amodorrándose. Todo tan tibio y sensual que se emociona, tan
joven que la sangre correr con fuerza. Y se toca, el torso, y gimotea
con ojos cerrados, alzando un poco las caderas, tomando su tranca ya
medio dura y dándose arriba y abajo. Soñando con sexo. Gimiendo
contenido, separando las piernas y metiéndose un dedo, algo que lo
hace tensarse sobre el improvisado lecho, arqueando la espalda,
masturbándose más rápido mientras saca y mete las falange,
lloriqueando con boca muy abierta. Algo incómodo se suelta la
tranca, se saca el dedo y se rueda sobre la espalda. Es cuando lo
siente, algo firme en la entrada de su culo, algo cilíndrico y medio
grueso que se mete, caliente, reflexionándose contra sus entrañas.
Agitado y alarmado, pero también chillando de lujuria al tener su
ardiente y mojado agujero ocupado así, abre los ojos y se encuentra
con un sonriente tipo cuarentón, barbudo, que lleva una braga de
campo, sin camisa sobre un ancho y peludo torso, que le sonríe.
-¿Soñabas
con un hombre, muchacho? ¿Te hace falta? No se ven a muchos como tú
por aquí, déjame ayudarte... -y sacándole el dedo lo regresa
acompañado de otro.
Y
nuestro chico se arquea más, estremecido de cachondez, alzando y
meciendo sus caderas... Aunque no era eso lo que buscaba cuando se
masturbaba pensando en su novia, quien a manera de juego a veces le
metía el dedito. Algo le decía, viendo cómo se soba el hombre, que
pronto experimentaría con algo mucho más largo y grueso de lo
debido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario