¿Han
escuchado de padres que han tenido que reñir a sus hijos
preguntándoles hasta cuándo pensaban celebrar la graduación, dos o
tres semanas después del evento? Los jóvenes se vuelven locos con
la perspectiva del mundo que se les acaba y el que comienza. Así que
en verdad no tiene nada de raro que nuestro héroe, al final, el
último día, se confíe a su mejor amigo y le diga que siempre ha
querido probar una tranca bien dura y parada para ver qué se siente.
Sorprendiéndole. Y más cuando le pida ayuda sobando, tocando y
prometiéndole cositas sucias con una sonrisa grande.
¿Qué
queda hacer este?, es su amigo, ¿no?, tiene que ayudarle. Metérsela
hasta los pelos por la boca, darle con las bolas cuando le quite lo
virgen... si es que lo era. Qué dudas caben según el entusiasmo. Él
mismo confiando que también quisiera probar, aunque fuera con la
puntica. ¿La torta?, que sean pillados...
Eso
podría arruinar vidas, reputaciones y carreras, a menos que nuestro
héroe, revelándose como recontra puto sepa cómo acomodarlo todo...
en su agujero. O con su agujero. ¿Puede haber algo más caliente que
este chico pidiendo más güevo a los amigos de toda su vida? Si, que
uno de ellos, mariscal del equipo de fútbol, le azotara el trasero
un tanto molesto por no revelarse antes y que le dieran bastante,
entre todos, en los vestuarios antes y después de cada juego.
Paul
Canon es otro actor genial del mundo del porno espectáculo gay,
tiene una atraciva carita de ratita, de quien goza lo que hace y que
se ve muy bien mientras lo hace. Ese tatuaje de labios... El video
era pesado, tocó dividirlo. Era eso o que perdiera mucha calidad
reduciéndolo, lo que habría sido una pena.
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