jueves, 11 de abril de 2019

¿SERA?

CELOS
   Cuando el apetito se desata...

   Mientras le mira allí, a sus pies, tragando con aprensión pero también como un campeón, recuerda cuánto le costó la primera vez para que le diera un besito en la punta, chillando que eso era de maricas, no aceptando lo que le decía, que aquello era “tan sólo experimentación entre chicos”. Luego todo el trabajo cuando, de los besitos, viendo porno, le pidió una chupada, para que viera qué tal; eso le costó otro tanto, y el tener que escucharle quejarse que sabía horrible, a meados y algo más. Entre besitos y probadas, pasó, casi presionándole, a que le diera dos o tres chupadas, lo que si no costó tanto fue que pasara de “ese juego entre chicos viendo porno como amigos” a que mamara, arriba y abajo, aunque algo le preocupaba y finalmente le preguntó: “¿Esto no lo hace a uno medio marica?”. “No, no lo eres, sólo experimentas, ¿recuerdas?”, le tranquilizó. Esas mamadas fueron mejores, pero la tarde cuando le retuvo y le hizo tragar su carga, este todo molesto porque eso sí que qué tenía que ser de maricas, tardó bastante en calmarlo diciéndole que tan solo fue un accidente, que vamos, no seas así, al menos darle un besito de despedida. A lo que accedió antes de tragar otra vez. Dos “accidentes” más tarde y pareció encontrarle el gusto a la esperma. Ahora le mira, angustiado, decidiendo por sí sólo si aquello era gay o no, toda esa avidez que sentía por la carne dura que no se le pasaba hasta que bebía su buen buche de leche caliente.

   Bien, tal vez si. 

MOMENTO DE CALIDAD

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