miércoles, 8 de mayo de 2019

LO QUE LE GUSTA

MOJANDO
   Si, que lo vean, pero también...

   Al muy hechón le encanta una barbaridad pasearse por la orilla de aquella playa mostrando ese increíble cuerpo que llenaba muy bien aquel uniforme de “socorrista”; aunque le gustaban más la caminata cuando, no estando de guardia, llevaba una de sus diminutas tangas. Le encanta excitar a todos, especialmente a los tios maduritos y a los adolescentes cachondos, que no podían apartar los ojos de su fachada. Si, eso le gustaba, pero los chicos de la zona, que conocían un poquito mejor al atractivo salvavidas, saben que hay otra cosa que le mata. Mirarse en el espejo de esa casilla, desnudo, de rodillas, acariciando su increíble cuerpo mientras varios sujetos, con sus tranca afuera, le rodean y se cascan hasta que estallan en semen cremoso y lo bañan con los espesos e hirvientes chorros. No hay nada gay en eso, al menos de su parte, ni chupa ni deja que le toquen la retaguardia, aunque se lo ruegan con lágrimas en los ojos, que experimentara aunque fuera con la puntica; tan solo el gustaba la sensación de la leche en su piel, tenerla toda cubierta. Sonreír en éxtasis mientras, usando sus manotas, se embarra con ella.  

AGUANTE

No hay comentarios.:

Publicar un comentario