domingo, 30 de junio de 2019

RESPONSABILIDADES EJECUTIVAS

FAMA REGADA

   Hay trabajos que no se pueden delegar y que ningún responsable de personal puede obviar. Si el gerente general, jefe de personal, contador o asesor legal de una gran firma nota que un nuevo empleado es un chico confundido, que es medio mariconcito pero no lo sabe, su deber es tomarle en sus manos y enseñarle. Haciéndole probar cosas nuevas, explicándole que en verdad eso es lo que más le gusta, el sabor que adorará. Mientras lloriqueara, subiendo y bajando sobre su virilidad, rogando que no parara, el chico lo asimilaría todavía mejor. Al conseguirlo, al ver un hoyito recién estrenado chorreando leche, un hombre responsable tendría que sentirse feliz. No sólo de tomar la dulce cereza inocente del chico confundido, sino por la satisfacción del deber cumplido. No, no el haber conseguido a otro putito al cual ir por las tardes a poseer, bajándole un tanto el pantalón y el boxer (¿por qué coño se resistían a la idea de usar provocativas pantaletas?), y encularle frente a la cafetera, el bebedero, la copiadora, en el depósito, el baño y otros lugares para pasar el rato y hacer el amor. No, era el haber cumplido en mostrarle el camino, el que entendieran que su verdadera satisfacción, la total, la unica y real, era la que experimentaban mientras ordeñaban con bocas y culos una buena verga.
   Siempre he pensado que si en el trabajo nos dejaran tomar una cerveza o dos, como a las tres dela tarde, la cosa no sería tan tediosa y miserable. Pero esto, llegar y notar a un compañero mostrando culo, uno que se ve llamativo e invitador, parece una forma de pasar el tiempo todavía mejor. 

COSAS DE TIOS EN EL CAMPO

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