10 DE OCTUBRE
¿Cuándo
sería eso?
No
hablaré mucho del inicio de la temporada final de Supernatural, tan
sólo diré que fue un capítulo lleno de acción, con zombies, y de
peligros sugeridos a futuro como caimanes esperando en los recodos de
un río, como la herida de Sam en el hombro al dispararle a Chuck,
saber que la jaula fue abierta en el infierno y que Miguel salió
todo resentido (imaginamos que también Adam), y hay un admirador de
Dean de cuando torturaba gente en el Infierno junto a Alastair, y
esas almas ahora andan por ahí.
Me
encantó este Jack, ya no hijo de Lucifer, sino poseído por un
demonio, uno que se alía y ayuda de una manera cómo muy fácil, me
recordó a Ruby al principio y a Meg poco después. Fue el muchacho
de lo más chusco y carismático. Con Castiel evitando mirarle, y
este haciendo migas con un hosco Dean. Todos estos seres
sobrenaturales terminan gravitando hacia el mayor de los Winchester.
Dios, esos tres momentos de comedia... la mujer cuando enfrenta al
ángel, al fantasma y al tipo que dice que le disparó a Dios; cuando
le dicen a esta que no cuente nada de los fantasmas, la puerta del
Infierno ni de los ángeles que andan por ahí porque “podría”
causar pánico, y el Jack demonio gruñe un “¿podría?”. Y el
momento cuando Dean le pregunta a Castiel si todo está bien, este
dice que si, pero, y va a contar algo más y Dean le corta con un
bien, bien, y se va, con el Jack demonio diciendo “guau, qué
incómodo, ¿quieres hablar?”. Me recordó un poco al Flash de La
Liga de la Justicia.
Fue
un gran inicio de temporada... Como siempre, estos condenados sí que
saben hacerlo.
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