domingo, 26 de mayo de 2019

EL CONSOLADOR DE PLATA ...4

EL CONSOLADOR DE PLATA                         ...3
   Listo para la acció...
......

   -No sé de qué hablas, y ten cuidado con lo que dices, ese joven no es un simple hijo de vecinos... -le advierte, caliente de vergüenza y molestia por dentro, ¿le habría pillado mirando, quedándose para ver?
 
   -Sólo digo que como andaba caminando por la cubierta anoche tal vez le encontró... -el otro se encoge de hombros, sin inmutarse o preocuparse, algo que el joven gañan parecía no poder hacer nunca, explicando tal vez su osadía irreverente aún frente al peligro.- Hasani y yo le vimos, después de que nos fallara la reunión con las señoritas. El imbécil de Hasani les mostró la polla y escaparon riendo, asustadas. El hijo de perra tiene una de buen tamaño. Pero se extralimitó. -comenta como molesto todavía por el recuerdo, pero también divertido. Que un sujeto se la mostrara a dos mujeres, para “convencerlas”, era algo admirable en su escala de valores. Sí funcionaba como treta, claro.- Idiota. -sentencia con una mueca, fijándose en los sinuosos caminos a la entrada de Khan El Khalili, el eterno bazar que parecía sacado, y nombrado ya, en un cuento de Las Mil y Una Noche.- Yo la tenía caliente, las pelotas revueltas, ya me imaginaba encamado y...
 
   -Andrew... -le advierte, ronco y rojo de cara, y no por el sol. Era incómodo estar allí escuchándole como si tal cosa (obviamente pensaban acostarse con esas mujeres, uno al lado del otro, ¿para presumir técnicas?), también porque compartía cierta... frustración sexual.
 
   -Salimos discutiendo, en búsqueda de otra botella. Y de un lugar donde meterme y cascármela para...
 
   -¿Vas a seguir? -gruñe, mirándole ceñudo, no escapándosele el gesto de rodar los ojos como diciendo “cuando se llega a viejo”...
 
   -Fue cuando escuchamos unos jadeos. Unos eran de gozo, de quien estaba enterrando la verga, conozco esos sonidos, los hago yo. Los otros eran aún de mayor intensidad, de puta perdida montada sobre una verga que le daba donde era. -Ryan siente deseos de interrumpirle otra vez, en serio, frustrado, pero le parece inútil; el chico siempre volvía sobre sus pasos cuando deseaba contar algo. Y siempre tenía un cuento a mano.- Nos asomamos esperando encontrar a una parejita follando, alguna belleza del desierto abierta de piernas y... -ríe entre escandalizado, censurador y divertido, pero también algo... ocioso.- Y era el honorable Jean Luc Molines, estudiante de Oxford, ahijado del aún más honorable lord Bakersfield. -sonríe plenamente.- Me equivoqué sobre el sexo de la personita que esperaba encontrar, no en que era una puta que gozaba sobre una polla.
 
   -Andrew, por favor... -le altera todo eso. Necesita llegar al motel. Una ducha. Y alejarse de ese trío de jóvenes cabríos.
 
   -El otro tipo estaba sobre el heno, de espaldas, seguro que se le subieron algunas garrapatas, y el noble francés estaba montado a hojarascas sobre sus caderas, con las nalgotas abiertas, la baja espalda descubierta, subiendo y bajando el culo sobre esa pieza que debería haberle partido en dos, pero que se notaba que ya la había domado para que le sirviera. -rie, agudamente.- ¡Hasani se molestó tanto! Tuve que detenerlo para que no les gritara cosas. O llamara al capitán.
 
   -No era su potestad. -grazna ronco, mirándole.- Y tú... ¿no te alteraste?
 
   -Claro, qué cochinadas, un hombre dándole por el culo a otro. Todo eso suena a sucio. A... mierda. Pero era notable ver como el rubio de carita angelical subía y bajaba ese culote sobre la barra negra. Rapidito. Esta le daba donde le gustaba. Y la verdad es que... -por primera vez duda, mirando al frente, sonriendo con una mueca, consciente de que era observado, por lo que ladea el rostro y corresponde.- ...Se me puso medio dura. Ese culo sabía lo que hacía. Y un agujero que te la trabaje...
 
   ¡Joder!
......
 
   El hotel es barato, algo burdo, lleno del olor local, pero aseado. El agua estaba helada, refrescante. La afeitada le ayudó a dejar de pensar en tantas cosas. El desayuno tardío fue abundante, con mucho tocino y salchichas, un manjar en una tierra donde el cerdo era mirado con desconfianza religiosa en la mesa. Le habría gustado recostarse una media hora, pero en cuanto Jean Luc entrara, sonriendo, atildado, dirigiéndose a la mesa y comenzando a comer, no pudo concentrarse ni relajarse viéndole llevar salchichas a la boca. Menos cuando Hasani y Andy también hicieron acto de presencia, más aseados con agua, menos arreglados de afeitadas o peinados. Estos comieron lejos del rubio francés.
 
   Más tarde sale con el joven egipcio rumbo al centro del bazar, al establecimiento del tío de este, Asim el viejo, un hombre sesentón, alto y delgado, de turbante y todo, que mostraba las ceremoniosas maneras de un gran señor que se ve obligado a tratar con público y extranjeros. Hay intercambio de saludos, de buenos deseos enviados por y hacia lord Bakersfield. Al americano le divierte ver como el tono del hombre se vuelve más severo con el sobrino, hablando rápidamente, gesticulando con las manos, llamándole la atención sobre su apariencia. Terminados los compromisos sociales (y familiares, Hasani rodó los ojos y fingió aceptar los reproches), los dos hombres se sientan sobre cojines, escuchando los sonidos del bazar que entran en aquel atrio a cielo abierto dentro de la vivienda. Ryan tiene su pipa, el otro toma un té aromático.
 
   -Entonces... ¿se encontró realmente la ciudad de Sherai? -pregunta al fin. El otro le mira, medita y deja la taza de té. ¡Mierda!, piensa.
 
   -No.
 
   -Pero... -se tensa, el viaje desde Londres había sido largo, el mensaje vago, eso si, pero el ofrecimiento de algo único y... Calla, algo desconcertado cuando el otro saca de un bolsillo de su túnica un masbaha, esa especie de rosario entre los musulmanes, y lo aferra de manera algo defensiva.
 
   -Le hablé a mi amigo inglés de una pieza única...
 
   -Si, en la ciudad de...
 
   -La leyenda cuenta que esta pieza salió de allí. -aclara, alzando una mano para contener su frustrado malestar.- Escuche, amigo mío, y hágalo con atención y paciencia. Se habla de una pieza legendaria, hecha de plata bruñida, sobre la que pesa una advertencia, una maldición. Cuentan los abuelos de los abuelos de los abuelos que esta procedía de esa tierra maldita, Sherai, y maldita era ella misma. Fue llevada a una de las tribus de los kaskas, al norte del país, que como tal vez sepa era una cruel raza guerrera que saqueaba poblados y caravanas, robando todo lo que deseaban, imponiendo sus impuestos en granos, oro y mujeres. Un pueblo sin temor a Alá dedicado a las artes de la guerra y el pillaje.
 
   -Si, un pueblo “barrido por los dioses” dada su maldad. -gruñe entre dientes, más impaciente y desalentado por momentos.
 
   -No, por los demonios. -aclara el otro.- Cuentan los abuelos de los... Cuentan que un sabio señor de hacienda, cansado de los abusos, se procuró un raro artefacto extraído de Sherai, enviándolo como parte del botín exigido cuando los guerreros regresaron. Fue la última vez que se supo de ellos en plan de dominio. Las mujeres del poblado lo abandonaron contando extrañas historias de hombres dedicados a aberrantes ritos y prácticas que ya no les dejaban tiempo para nada más. Habían perdido el deseo de pelear, de robar y festejar. Aprovechando el declive, fueron exterminados por los lugareños, por sus pasados robos y para... contener la maldición desatada. Cuentan que los cuerpos fueron incinerados, y que Alá los haya perdonado por tal sacrilegio de ser cierto. El pueblo fue abandonado, se le olvidó en el tiempo, su nombre exacto borrado de los registros.
 
   -Amigo mío...
 
   -Ese poblado ha reapareciendo. Las arenas del desierto han permitido que emerjan sus muros y columnas. Y el artefacto de plata sigue allí. Único, pero terrible. He escuchado historias que… -se ve ansioso por un segundo, como si se dejara dominar por una emoción diferente.- Sahib... lamento haberles hablado de esto. Olvídelo. No vaya a ese lugar maldito. -le previene con ansiedad.
 
CONTINÚA ...5

4 comentarios:

  1. Hey! Amigo!!!! Aquí estoy!!!
    Cielos ha sido una espera muy larga!!! Pero al fin te encuentro! !!!
    Necesito saber de ti! Como estás? Sigues en Venezuela? Necesito saberlo todo!!!
    Lamento lo que sucedió con tu Blogger anterior, cuando desapareció realmente odié a los administradores de WordPress... Es que ni siquiera te enviaron una notificación que cerrarían los blogs que infringieran con sus reglas!!! Ni siquiera te dieron tiempo a que recogieras tus historias! Simplemente te lo cerraron, tantas Buenas cosas que se perdieron en tu página. Incluso Tumblr avisó para que todos pudieran guardar sus trabajos.

    Yo tenía guardada algunas de tus historias en un disco pero lo perdí junto con dos discos de la primera temporada de supernatural.
    Te extrañé mucho amigo, espero saber de ti pronto!

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    1. Épale, M, ¿todo okay?

      Estoy tan bien como se puede estar en estos días en Venezuela, entre la crisis, los apagones y el calor ya estamos haciendo méritos para cualquier cosa que haya después de la muerte. Que me cerraran el otro blog me molestó no tanto porque ocurriera, sino porque alegaran que incumplía con las notmas cuando LLEVABA MÁS DE DIEZ AÑOS con el blog, y todos los enero me enviaban felicitaciones por seguir con ellos, señalando cuales habían sido las entradas más populares en el año transcurrido. Me dolió no poder sacar algunas cosas, aunque el otro amigo que también está saludando hoy, S, me está haciendo el favor de ver si puede rescatar Luchas Internas. Ojalá. Y no me hables de archivos perdidos, todavía me duele eso, las temporadas de Supernatural, las conferencias sobre historia de Diana Uribe, un video de Jesucristo superstar y unos documentales sobre El Final, diez posibles fin de mundo, que eran mi fascinación. Espero seguir sabiendo de ti, bienvenido y gracias, amigo, por preocuparte.

      Un abrazo fuerte.

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  2. ¡Hola, amigo, qué gusto verte escribiendo de nuevo! Coincido con el comentario de arriba, ¡pero lo importante es que el escritor ha vuelto! Acabo de responder tu correo y espero que puedas responderme pronto.

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    1. Épale, S.

      Es bueno saber de ti también. Voy a entrar a ver. Bienvenido.

      Un abrazo, amigo mío...

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