Listo
para la acció...
......
-No
sé de qué hablas, y ten cuidado con lo que dices, ese joven no es
un simple hijo de vecinos... -le advierte, caliente de vergüenza y
molestia por dentro, ¿le habría pillado mirando, quedándose para
ver?
-Sólo
digo que como andaba caminando por la cubierta anoche tal vez le
encontró... -el otro se encoge de hombros, sin inmutarse o
preocuparse, algo que el joven gañan parecía no poder hacer nunca,
explicando tal vez su osadía irreverente aún frente al peligro.-
Hasani y yo le vimos, después de que nos fallara la reunión con las
señoritas. El imbécil de Hasani les mostró la polla y escaparon
riendo, asustadas. El hijo de perra tiene una de buen tamaño. Pero
se extralimitó. -comenta como molesto todavía por el recuerdo, pero
también divertido. Que un sujeto se la mostrara a dos mujeres, para
“convencerlas”, era algo admirable en su escala de valores. Sí
funcionaba como treta, claro.- Idiota. -sentencia con una mueca,
fijándose en los sinuosos caminos a la entrada de Khan El Khalili,
el eterno bazar que parecía sacado, y nombrado ya, en un cuento de
Las Mil y Una Noche.- Yo la tenía caliente, las pelotas revueltas,
ya me imaginaba encamado y...
-Andrew...
-le advierte, ronco y rojo de cara, y no por el sol. Era incómodo
estar allí escuchándole como si tal cosa (obviamente pensaban
acostarse con esas mujeres, uno al lado del otro, ¿para presumir
técnicas?), también porque compartía cierta... frustración
sexual.
-Salimos
discutiendo, en búsqueda de otra botella. Y de un lugar donde
meterme y cascármela para...
-¿Vas
a seguir? -gruñe, mirándole ceñudo, no escapándosele el gesto de
rodar los ojos como diciendo “cuando se llega a viejo”...
-Fue
cuando escuchamos unos jadeos. Unos eran de gozo, de quien estaba
enterrando la verga, conozco esos sonidos, los hago yo. Los otros
eran aún de mayor intensidad, de puta perdida montada sobre una
verga que le daba donde era. -Ryan siente deseos de interrumpirle
otra vez, en serio, frustrado, pero le parece inútil; el chico
siempre volvía sobre sus pasos cuando deseaba contar algo. Y siempre
tenía un cuento a mano.- Nos asomamos esperando encontrar a una
parejita follando, alguna belleza del desierto abierta de piernas
y... -ríe entre escandalizado, censurador y divertido, pero también
algo... ocioso.- Y era el honorable Jean Luc Molines, estudiante de
Oxford, ahijado del aún más honorable lord Bakersfield. -sonríe
plenamente.- Me equivoqué sobre el sexo de la personita que esperaba
encontrar, no en que era una puta que gozaba sobre una polla.
-Andrew,
por favor... -le altera todo eso. Necesita llegar al motel. Una
ducha. Y alejarse de ese trío de jóvenes cabríos.
-El
otro tipo estaba sobre el heno, de espaldas, seguro que se le
subieron algunas garrapatas, y el noble francés estaba montado a
hojarascas sobre sus caderas, con las nalgotas abiertas, la baja
espalda descubierta, subiendo y bajando el culo sobre esa pieza que
debería haberle partido en dos, pero que se notaba que ya la había
domado para que le sirviera. -rie, agudamente.- ¡Hasani se molestó
tanto! Tuve que detenerlo para que no les gritara cosas. O llamara al
capitán.
-No
era su potestad. -grazna ronco, mirándole.- Y tú... ¿no te
alteraste?
-Claro,
qué cochinadas, un hombre dándole por el culo a otro. Todo eso
suena a sucio. A... mierda. Pero era notable ver como el rubio de
carita angelical subía y bajaba ese culote sobre la barra negra.
Rapidito. Esta le daba donde le gustaba. Y la verdad es que... -por
primera vez duda, mirando al frente, sonriendo con una mueca,
consciente de que era observado, por lo que ladea el rostro y
corresponde.- ...Se me puso medio dura. Ese culo sabía lo que hacía.
Y un agujero que te la trabaje...
¡Joder!
......
El
hotel es barato, algo burdo, lleno del olor local, pero aseado. El
agua estaba helada, refrescante. La afeitada le ayudó a dejar de
pensar en tantas cosas. El desayuno tardío fue abundante, con mucho
tocino y salchichas, un manjar en una tierra donde el cerdo era
mirado con desconfianza religiosa en la mesa. Le habría gustado
recostarse una media hora, pero en cuanto Jean Luc entrara,
sonriendo, atildado, dirigiéndose a la mesa y comenzando a comer, no
pudo concentrarse ni relajarse viéndole llevar salchichas a la boca.
Menos cuando Hasani y Andy también hicieron acto de presencia, más
aseados con agua, menos arreglados de afeitadas o peinados. Estos
comieron lejos del rubio francés.
Más
tarde sale con el joven egipcio rumbo al centro del bazar, al
establecimiento del tío de este, Asim el viejo, un hombre sesentón,
alto y delgado, de turbante y todo, que mostraba las ceremoniosas
maneras de un gran señor que se ve obligado a tratar con público y
extranjeros. Hay intercambio de saludos, de buenos deseos enviados
por y hacia lord Bakersfield. Al americano le divierte ver como el
tono del hombre se vuelve más severo con el sobrino, hablando
rápidamente, gesticulando con las manos, llamándole la atención
sobre su apariencia. Terminados los compromisos sociales (y
familiares, Hasani rodó los ojos y fingió aceptar los reproches),
los dos hombres se sientan sobre cojines, escuchando los sonidos del
bazar que entran en aquel atrio a cielo abierto dentro de la
vivienda. Ryan tiene su pipa, el otro toma un té aromático.
-Entonces...
¿se encontró realmente la ciudad de Sherai? -pregunta al fin. El
otro le mira, medita y deja la taza de té. ¡Mierda!, piensa.
-No.
-Pero...
-se tensa, el viaje desde Londres había sido largo, el mensaje vago,
eso si, pero el ofrecimiento de algo único y... Calla, algo
desconcertado cuando el otro saca de un bolsillo de su túnica un
masbaha, esa especie de rosario entre los musulmanes, y lo aferra de
manera algo defensiva.
-Le
hablé a mi amigo inglés de una pieza única...
-Si,
en la ciudad de...
-La
leyenda cuenta que esta pieza salió de allí. -aclara, alzando una
mano para contener su frustrado malestar.- Escuche, amigo mío, y
hágalo con atención y paciencia. Se habla de una pieza legendaria,
hecha de plata bruñida, sobre la que pesa una advertencia, una
maldición. Cuentan los abuelos de los abuelos de los abuelos que
esta procedía de esa tierra maldita, Sherai, y maldita era ella
misma. Fue llevada a una de las tribus de los kaskas, al norte del
país, que como tal vez sepa era una cruel raza guerrera que saqueaba
poblados y caravanas, robando todo lo que deseaban, imponiendo sus
impuestos en granos, oro y mujeres. Un pueblo sin temor a Alá
dedicado a las artes de la guerra y el pillaje.
-Si,
un pueblo “barrido por los dioses” dada su maldad. -gruñe entre
dientes, más impaciente y desalentado por momentos.
-No,
por los demonios. -aclara el otro.- Cuentan los abuelos de los...
Cuentan que un sabio señor de hacienda, cansado de los abusos, se
procuró un raro artefacto extraído de Sherai, enviándolo como
parte del botín exigido cuando los guerreros regresaron. Fue la
última vez que se supo de ellos en plan de dominio. Las mujeres del
poblado lo abandonaron contando extrañas historias de hombres
dedicados a aberrantes ritos y prácticas que ya no les dejaban
tiempo para nada más. Habían perdido el deseo de pelear, de robar y
festejar. Aprovechando el declive, fueron exterminados por los
lugareños, por sus pasados robos y para... contener la maldición
desatada. Cuentan que los cuerpos fueron incinerados, y que Alá los
haya perdonado por tal sacrilegio de ser cierto. El pueblo fue
abandonado, se le olvidó en el tiempo, su nombre exacto borrado de
los registros.
-Amigo
mío...
-Ese
poblado ha reapareciendo. Las arenas del desierto han permitido que
emerjan sus muros y columnas. Y el artefacto de plata sigue allí.
Único, pero terrible. He escuchado historias que… -se ve ansioso
por un segundo, como si se dejara dominar por una emoción
diferente.- Sahib... lamento haberles hablado de esto. Olvídelo. No
vaya a ese lugar maldito. -le previene con ansiedad.
CONTINÚA ...5
Hey! Amigo!!!! Aquí estoy!!!
ResponderBorrarCielos ha sido una espera muy larga!!! Pero al fin te encuentro! !!!
Necesito saber de ti! Como estás? Sigues en Venezuela? Necesito saberlo todo!!!
Lamento lo que sucedió con tu Blogger anterior, cuando desapareció realmente odié a los administradores de WordPress... Es que ni siquiera te enviaron una notificación que cerrarían los blogs que infringieran con sus reglas!!! Ni siquiera te dieron tiempo a que recogieras tus historias! Simplemente te lo cerraron, tantas Buenas cosas que se perdieron en tu página. Incluso Tumblr avisó para que todos pudieran guardar sus trabajos.
Yo tenía guardada algunas de tus historias en un disco pero lo perdí junto con dos discos de la primera temporada de supernatural.
Te extrañé mucho amigo, espero saber de ti pronto!
Épale, M, ¿todo okay?
BorrarEstoy tan bien como se puede estar en estos días en Venezuela, entre la crisis, los apagones y el calor ya estamos haciendo méritos para cualquier cosa que haya después de la muerte. Que me cerraran el otro blog me molestó no tanto porque ocurriera, sino porque alegaran que incumplía con las notmas cuando LLEVABA MÁS DE DIEZ AÑOS con el blog, y todos los enero me enviaban felicitaciones por seguir con ellos, señalando cuales habían sido las entradas más populares en el año transcurrido. Me dolió no poder sacar algunas cosas, aunque el otro amigo que también está saludando hoy, S, me está haciendo el favor de ver si puede rescatar Luchas Internas. Ojalá. Y no me hables de archivos perdidos, todavía me duele eso, las temporadas de Supernatural, las conferencias sobre historia de Diana Uribe, un video de Jesucristo superstar y unos documentales sobre El Final, diez posibles fin de mundo, que eran mi fascinación. Espero seguir sabiendo de ti, bienvenido y gracias, amigo, por preocuparte.
Un abrazo fuerte.
¡Hola, amigo, qué gusto verte escribiendo de nuevo! Coincido con el comentario de arriba, ¡pero lo importante es que el escritor ha vuelto! Acabo de responder tu correo y espero que puedas responderme pronto.
ResponderBorrarÉpale, S.
BorrarEs bueno saber de ti también. Voy a entrar a ver. Bienvenido.
Un abrazo, amigo mío...